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Peña Amaya
Castros de Amaya
. Las Loras

mini map
©Fidel González -2021   más rutas Casas Rurales

DESCRIPCIÓN:
Hablar de la Peña AMAYA es hablar de un mito. Es hablar de la historia Visigoda, y es hablar de asentamientos de la edad de hierro, pues tales castros albergaron población cántabra desde tiempos prerromanos. Es un bastión estratégico adelantado de la cordillera Cantábrica en la meseta, con alturas de casi 1400m., que posibilita el dominio visual de más de 100km hacia el Sur, Este y Oeste. El mismísimo Cesar Augusto tras arrasar a los antiguos y bravos pobladores autóctonos en la segunda guerra cántabra, (19 a.C.) estableció allí el poblado de Amaya Patrícia que le serviría para mantener definitivamente el control sobre los rebeldes Cántabros.
RECORRIDO:Se trata de una ruta que enclavada en la provincia burgalesa pero muy visible y cercana a la Montaña Palentina por tres accesos diferentes, desde Aguilar de Campoo por el valle de Valdelucio, desde Alar del Rey o desde Herrera de Pisuerga , en dirección a Sotresgudo y desde Villela en dirección a Rebolledo de la Torre, llegando hasta el pueblo de Humada, para volver hacia el cerro y el pueblo de Amaya. El recorrido a pie puede hacerse desde Amaya por una pista bien indicada, o subiendo en coche hasta el alto, es accesible sin problemas, bordea la pista el cerro que va elevándose sobre el pueblo y la meseta durante 2.5km, hasta dar la vista al Norte. Una vez arriba donde se ve la cartelería explicativa, el sendero va ascendiendo en dirección Este hacia lo alto del castro por una trocha escavada en la roca de la anchura de un carro, para llegar a una meseta con restos (muy antiguos) de tierras cultivadas; unos 500m más adelante se aprecian los restos de excavaciones que pusieron en evidencia la existencia de un poblado. Frente a nosotros (Este) el cerro del antiguo castillo ( por referencias historiográficas ya que no queda nada de él) se eleva todavía 100m más. Debemos subir aprovechando un sendero, que lleva a un corredor entre las rocas bien resguardado del viento, que aquí sopla recio. Buscar ya un acceso a la peña del castillo es más o menos fácil.
(ver mapa)

La segunda propuesta es, una vez subida y bajada la roca, rodear los cerros de Amaya y Albacastro para obtener de ellos distintas perspectivas. Para ello desde Amaya se continúa hacia el NE, en dirección a Humada, a la entrada del pueblo, se toma otra carretera que vuelve hacia el Oeste en dirección a Rebolledo de laTorre (preciosa colegiata) para terminar en Villela junto a la N-611. Las vistas en todo el trayecto merecen un par de paradas.

penaAmaya

Un poco de Historia/ leyenda

Cuenta la Leyenda que en la Peña Amaya hay escondido un tesoro. Cuentan que en su castillo habitó el mismísimo Rey Godo Don Rodrigo, tras su huida de las hordas musulmanas, que por el 711 conquistaban la península a la velocidad del fuego, hizo desplazarse a toda la corte visigoda hacia el Norte, encontranron en el castillo de la Peña Amaya su refugio. Cuentan que con la corte, portaban el tesoro de la Corona compuesto de joyas y oro en abundancia, coronas, medallas y piedras preciosas. Cuentan que lo escondieron en algún lugar de la meseta calcarea de Amaya . Cuentan que aquí fueron sitiados durante varios años, y cuentan también, que en lo alto de la meseta había tierras de cultivo y agua suficientes para aguantar el sitio de las tropas Musulmanas. Y cuentan que cuando huyeron de Amaya perseguidos por los Moros, no pudieron rescatar el tesoro escondido bajo las rocas, Y cuentan que ese tesoro nunca apareció.

tesoro Museo de Burgos

La Peña Amaya  es uno de los baluartes de los pueblos primitivos Cántabros. Se eleva esplendorosa sobre la llanura castellana, esta enorme atalaya de 1377 metros de altitud, que ha sido habitada con presencia humana desde la Edad de hierro. (Que en esta zona de Celtíberos, podemos datarla entre los s.VIII a.C y la conquista Romana en el Año 29 a.C.). Es en aquellos tiempos -sin precisión alguna- donde Amaya comienza a tener una importancia destacable, junto al de Peña Ulaña -a 5km a la derecha , como uno de uno de los principales castros cántabros en la Edad del Hierro.
La raíz del topónimo "Amaya" es referido a “ciudad madre” No se sabe a ciencia cierta si Amaya fue en esencia capital de los cántabros prerromanos, ya que no se han obtenido evidencias arqueológicas que así lo reflejen. Con todas las reservas, pues la idea de "capitalidad" no parece muy acertada para las tribus cántabras organizadas en clanes que habitaban los asentamientos elevados, fáciles de defender y conectados visualmente, Bernorio, Cocoto, Peña Cilda, Peña Ulaña... Apoyados en la toponimia y en ese aire místico y legendario, muchos creen que fue la antigua capital de los Cántabros, basandose en estudios de la misma Universidad de Cantabria.
La ocupación cántabra previa a la conquista romana fue determinada inicialmente por el hallazgo de piezas de cinturón y tres fíbulas, dos cuchillos, además de varios denarios de origen ibérico. Actualmente expuestos en el museo Arqueológico de Burgos junto a los hallazgos mucho más abundantes de  La Ulaña a 5km, que constituye uno de los mayores yacimientos de la Segunda Edad del Hierro de toda Europa.

Conquista romana: Este bastión estratégico que domina el acceso de la meseta a territorio cántabro fue conquistado por los romanos en el transcurso de las  las guerras cántabras, concretamente en la del 19 a.C. quienes desde la Legio(IIII) Macedónica, asentada en Herrera de Pisuerga ( la Pisoraca Vaccea ) con más de 5000 soldados fustigaron a los pueblos indígeneas (Vacceos-Cantabros) tan rebeldes a la conquista de sus tierras. El emperador en persona  Cesar Augusto  vino a dirigir según cita Ptolomeo en sus crónicas, el asedio final a las fortificaciones de Amaya y Monte Cilda... (Vellica?),(al Oeste del Cañón de la Horadada). Una vez apaciguado el territorio, fundaron la cuidad de Amaya Patricia.
La cita más antigua de Amaya la encontramos en las tablillas conocidas por el Itinerario del Barro, encontradas en Arstorga, que hoy se exhiben en el museo arqueológico de Oviedo, esta serie de cuatro placas/tablillas con las vías romanas del noroeste peninsular que data del siglo III d.C.. En la placa número I se señala el recorrido de la "Vía Legione VII Gemina ad Portum Blendium" que, partiendo de Legio VII Gemina (León), tiene su final en Portus Blendium (Suances) recorriendo RHAMA VII MIL(L)IAS, AMAIA XVIII, VILLEGIA V, LEGIO I[III] V (Herrera de Pisuerga , O[C]TA[V]IOLCA V, que podría hallarse en la pradera de Mercadillo al Norte de Cordovilla de Aguilar, IVLIOBRIGA X (En Retortillo cerca de Reinosa, aunque algunos estudiosos la ubican en el valle de Valdeolea cerca de la villa de Camesa), ARACILLVM V (Aradillos al Norte de Reinosa, PORTVS BLEN[DIVM] . En rigor no parece estár bien ubicada AMAYA, pero la mención está.

Es tras la ocupación romana cuando los hallazgos hacen más evidente la importancia de “Amaia” para el imperio romano: Peines, estelas con nombres indígenas (cántabros) y romanos, vasos ungüentarios, ánforas, monedas, pinzas, etc. Esto nos da a entender que la ocupación militar como civil se había establecido en sus grandes llanuras.

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Epoca Visigoda. Es a partir de aquí donde su nombre vuelve a sonar con fuerza. A mediados del siglo VI Leovigildo se propuso someter a todos los pueblos que no estuviesen bajo el yugo visigodo. Penetró en Cantabria y conquisto el castro de Peña Amaya a mediados de su reinado en el año 574 recuperando el territorio cántabro para el Reino de Toledo.
Existe una moneda con el nombre del rey Leovigildo y que, presumiblemente, habría sido acuñada en la ciudad de Amaya: las primeras letras de la inscripción del reverso han sido interpretadas como AMIASIO(S), que sería relacionado con la ciudad cántabro-romana de Amaia. Esta moneda sería una prueba más de la importancia de Amaya en época visigoda: posible capital de la provincia de Cantabria y sede del Dux, posible obispado y, ahora, posible ceca emisora de moneda regia. Así pues los Visigodos dan estabilidad al territorio y convierten Amaya en una ciudad importante durante dos siglos, hasta el reinando de Recesvinto ya a finales del s. VII, y sus sucesores Witiza y Rodrigo que ceden la plaza al empuje de los belicosos conquistadores Musulmanes que a principios del s.VIII (711-712) arrinconan en las montañas Cantabro-Astures a los reinos cristianos. Cien años más tarde iniciarían la reconquista y repoblación del valle del Duero como lo atestigüa el Fuero de Brañosera que data del año 824, s.IX. La repoblación de Amaya asociada a la reconquista data según las fuentes del 860.

Amaya

El pueblo de Amaya con su gran iglesia hace honor a la importancia estratégica

VISTAS PANORAMICAS
Una vez en lo alto ya nada nos impide virar la vista a nuestro alrededor pues hemos conseguido la vista panorámica de 360º. Al Norte tras un vallejo profudo tenemos el cerro de Albacastro, con el Bernorio más allá, y toda la cordillera desde Valdecebollas al Curavacas y Espigüete a la Izquierda, (si están nevados es una preciosidad). Por el Este la vista alcanza hasta Valdezcaray, todas las Loras de los Cañones del Ebro (no se ven) y al sur pues toda la meseta Castellana, puede verse hasta Burgos y Palencia.

Ruta para senderistas. Para los muy andadores, pueden descender el cerro del castillo por su vertiente Este, a una vagüada entre los dos roquedos. La meseta que queda frente a nosotros es conocida como Amaya principal . Es un páramo calcareo pelado de vegetación y sin más que ver que un par de chozos de pastores, y tiene una extensión de más de 2.5 km. y para subirlo hay que bordearlo por izquierda o derecha , hay senderos de las ovejas llanos y sin dificultad- hasta encontrar una subida por un tajo en la pared, por el cual se accede arriba casi al final de la meseta se encuentra un Hito clavado en la roca. Allí, casi en el borde del precipicio se da vista hacia la vertiente Este, a cuyas faldas se encuentra el pueblo de Villamartín de Villadiego y un poco más lejos Fuenteodra, al fondo del valle Humada a los pies de la Lora de Peña Ulaña . Los mapas indican debajo de esta pared la cueva del Muerto pero yo no encontré nada, tal vez el topónimo se refiere a un saliente de roca en lugar de una cueva. Las vista a todo el valle de Humada compensan el esfuerzo. La vuelta se puede hacer por el otro lado del "cinto" .

cielos

Hacia el Oeste, la panorámica se pierde en el horizonte , en los días con arreboles puedes quedar impresionado.

ovejss oveja
Es muy común ver inmensos rebaños de ovejas en las laderas. La roca caliza esponja el agua que mantiene los pastos frescos. A pesar de la altitud, en la mesetuela de subida se mantiene el verdor de la hierba hasta casi el verano.
hielo iglesia
pueblo
El pueblo de Amaya visto desde lla meseta del asentamiento primitivo. La presencia de la Torre de la Iglesia da muestra de la escala comparativa que tiene el enorme peñasco.
norte
Desde lo alto del cerro del castillo, con la peña de Albacastro en primer plano se avista enorme,el imponente Curavacas.

risco

Mirando hacia el sur no es menos sobrecogedora la vista llegando el alcance a más de 100km. pues todo es Llanura.

risco meseta
Las vistas al Este, se pierden por las Loras burgalesas, en primer término el cerro de Peña Ulaña.  
castro

La ovejas ramonean sobre las ruinas del poblado celtíbero que se esconde bajo sus patas a la espera de una excavación. En la dirección que marcan las ovejas se encontraba otro nucleo poblado justo en una abertura sobre la roca que da acceso a la fuente Hongarrera situada bajo la meseta, única fuente de agua del cerro.Al fondo el Castillo contaba con dos murallas una de 11 mts. al Este y otra de 8mts. al Oeste ambas construidas con grandes piedras colocadas sin argamasa, elevaban una altura de más de 2 mts. la defensa natural.

Desde lo más alto nada impide la panoramica de 360º, estamos sobre la roca donde debió levantarse el Castillo
ruinas castillo
Con el efecto de la nieve se distinguen mejor los contornos de las casas que formaban el poblado altomedieval s. IX datado en las excavaciones de 2000, el conjunto de casas cuadras y corrales con tejados de paja pues la presencia de tejas es muy escasa, datada también una pequeña iglesia y un cementerio, pervivió hasta el S. XIX

Estas construcciones medievales se asientan sobre ruinas anteriores, probablemente celtíberas.
Este foso que encontramos ya arriba del todo, es lo único que queda de las ruinas del castillo.
Abajo: Trocha de subida, probablemente tapiada y techada en sus dias habitados.

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trocha

horizonte

Por increible que parezca arriba se distinguen linderones que separan las tierras de cultivo. A medida que la presión de los ataques Musulmanes disminuía los pobladores fueron abandonando el poblado del alto para establecerse en el valle.

 

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Fuenteodra Ermita

hongarrera
carreteras
 

Distancias: Ruta en Coche: Amaya-Villamartin de Villadiego 4.2km, Villamartin-Humada 3.5km, Humada-Collado de Albacastro 6.20km, Collado-Rebolledo de la Torre 7.13km, Rebolledo- Villela N 611: 7km

Subida a la Peña. Amaya-Aparcamiento: 2km, Aparcamiento-Poblado:611m, Poblado-Castillo: 618m., Castillo-Hito: 2.5km, vuelta: 4.46km

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