Ruta22.

Puente Romano de Rojadillo.Valberzoso

Minipuente
Elaborada por © Fidel González más rutas Casas Rurales

 

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Descripción
Sumido entre dos bosques espectaculares -el monte Aguilar y el de Salcedillo- se encuentra este pueblecito con una interesante iglesia románica que contiene pinturas del siglo XV de lo más originales. A dos km hay un puente romano escondido entre la frondosidad de un bosque centenario de robles y hayas, en el que abundan también avellanos, serbales y acebos con sus frutos rojos, de los que se alimenta el zorro y algunas de las escasas parejas de urogallos de la Cornisa Cantábrica. El oso pardo también visita estos bosques ocasionalmente.

Puente

Vistas panorámicas
En el alto del collado a mitad de camino entre Barruelo y Valberzoso, mirando hacia el Oeste, se divisan los montes de la comarca de Cervera y Guardo: Curavacas y Espigüete. Hacia el sur se domina todo el valle de las pedanías de Aguilar, con las Tuerces y el pantano al fondo. Hacia el Este, la comarca de Valdeolea con Mataporquera y al fondo las montañas del puerto del Escudo y el valle del Ebro, en su linde con tierras burgalesas.
Nieblas pecenino Pinturas
Nieblas matinales sobre el portillo de Somahoz Praderas del campizón
ciervos Ciervos Campizón


Para ver arte
En Valberzoso: interesante iglesia tardorrománica que se conserva casi íntegra, destacando su portada de seis arquivoltas
talladas con diferentes motivos vegetales y geométricos muy poco vistos. Su verdadero lujo está en las buenas pinturas del s. XV atribuidas al delicado maestro de San Felices, con claras infl uencias de la escuela leonesa. Restauradas recientemente se conservan casi perfectas. Interesante pintura mural de un jabalí en el templo. También conserva una virgen románica original.

Cascada caballos
Cascada junto al puente Valdecebollas al fondo

 


Puente romano de Rojadillo
Se llega a él pasando Valberzoso en dirección a Reinosa. Nada más pasar el límite de provincia, hay que tomar una pista forestal que parte hacia la izquierda, siguiéndola por la falda del bosque hacia el norte con la montaña cantábrica, que en el horizonte norte dibuja un gran paso o collado, llamado de Somahoz, porque tiene esa forma (de hoz) por donde entran las nieblas tan habituales en este valle. Con ese horizonte como referencia se llega al río Camesa, en cuyo paso los romanos construyeron un gran puente de un solo ojo, que por estar en medio de la frondosidad del bosque, apenas está erosionado. Hay que descender al río por la derecha del puente, una vez atravesado este, desde abajo, se aprecia la belleza de un solo ojo de 9 m de diámetro y esmerada cantería; en medio de la frondosidad reinante el ambiente es de lo más relajante, con suave rumor, y los abedules montando sobre el lecho del río, constituye uno de esos rincones en los que resulta difícil contener la emoción.

Monte Salcedillo Rio Camesa
Monta Salcedillo Torrente entre abedules

 

Se aconseja una vez allí continuar por la orilla del río arriba 1 km para ver un trayecto de torrentes y cascadas, donde el rumor del agua y el paisaje frondoso le va a devolver como nuevo a su ciudad. Si continuásemos por la calzada romana en dirección Norte iríamos a parar al collado de Somahoz donde aún se conserva el pavimento de la antigua calzada romana de los “Blendios” que unía “Pisoraca con Portus Blendium”, pero antes nos topamos con las peñas del Payo -descomunales piedras errantes depositadas ahí por la última glaciación- que bien merecen otro paseo. Este puente sirvió para atravesar el río por la calzada que unía los asentamientos romanos de “Vellica” ¿Olleros? y “Pisoraca” (Herrera) con “Aracillum” (Aradillos) y “Julióbriga” (Retortillo) ambas en el valle de Campoo a través del portillo de Somahoz, situado en el horizonte norte del puente y en realidad de todo el valle.

Cascada Regato
Pozo del quegigo Pozo del regato

 


Para comer
Lo más cerca recomendable es Casasola, que está en la carretera que une Olea con Mataporquera. Comida casera y fina al lado de otro puente romano de cinco ojos y parte de otra calzada romana. En Olea hay un albergue con unas vistas mundiales sobre el valle(Tasca Camesa) en el que también dan comidas y se puede encargar una olla ferroviaria para no moverte en toda la tarde .
En Valberzoso cosechan una maravillosa miel de brezo, polen, jalea real e hidromiel del apilcultor Aurelio González.
No se puede ir de este valle sin comprar pan de Olea, así como hogazas y tortas de aceite de las de antes hechas en horno de leña.

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